La ciudad de Frías pude presumir de ser la más pequeña de todo el país. Esta localidad se asienta alrededor del peñasco de La Muela, coronado por un impresionante castillo construido en el siglo X. También destacan los restos del recinto amurallado y sus puertas, el puente románico-medieval sobre el río Ebro, las casas colgadas levantadas al borde de La Muela y la iglesia de San Vitores. Aquí encontramos un área para autocaravanas con una tarifa de 6 € al día y una estancia máxima de 72 horas.
QUÉ VER
A pesar de ser un pueblo pequeño, Frías es un tesoro histórico y cuenta con numerosos rincones encantadores que merecen la pena explorar.
Uno de los lugares más impresionantes es el Puente Medieval sobre el río Ebro. Con nueve arcos y una torre defensiva, esta obra arquitectónica ha sido reconstruida varias veces y nos muestra una visión puramente medieval. Su trazado coincide con una antigua calzada romana que conectaba Cantabria con la Meseta Castellana, lo que le confiere un importante valor histórico y defensivo.
Las Casas colgadas de Frías son otro lugar que no puedes perderte. Situadas literalmente al borde del promontorio rocoso, estas viviendas lucen la típica arquitectura popular a base de entramado de madera. Desde el exterior parecen tener cuatro plantas, pero desde el interior solo son de dos o tres. ¡Es sorprendente ver cómo el ingenio humano puede aprovechar al máximo el espacio disponible!
El Castillo de Frías, también conocido como Castillo de los Duques de Frías o Castillo de los Velasco, es una impresionante fortaleza que se encuentra en lo alto del cerro. Su origen se remonta al siglo X y tuvo una gran importancia histórica en los siglos venideros. Su estado de conservación es alucinante, y la visita completa incluye la posibilidad de recorrer cada recoveco de esta maravilla, destacando la Torre del Homenaje desde donde se obtienen las mejores vistas de la propia localidad.
La Iglesia de San Vicente Mártir, ubicada en una enorme explanada que comparte con el propio castillo y casi al borde del precipicio, es otro monumento que no puedes dejar de admirar. Aunque en la actualidad queda poco de su origen románico, su belleza exterior es evidente, y su interior atesora retablos, sepulcros y cuadros de gran importancia.
Finalmente, te recomendamos callejear todo lo que puedas por el centro histórico de Frías. La sensación de estar caminando entre siglos de historia y calles que parecen no haber cambiado ni un ápice con el paso de los años es impresionante. Desde la calle del Mercado, repleta de bares, restaurantes y comercios, hasta otras callejuelas secundarias que suben y bajan entre escaleras, cuestas y rincones de gran belleza, Frías es un pueblo casi perfecto que merece ser explorado con tranquilidad.
DÓNDE COMER
Si estás planeando visitar Frías y no sabes dónde comer, ¡no te preocupes! Esta bella localidad es conocida por su gastronomía tradicional y auténtica, en especial por sus deliciosos asados de cochinillo y cordero, carne de caza, trucha de río y productos regionales de alta calidad.
Para probar lo mejor de la gastronomía local, te recomendamos El Rincón del Convento, donde puedes disfrutar de un menú o carta breve y excelentes pinchos, así como el Restaurante Ortiz, que ofrece menú del día. También puedes disfrutar de tapas y cazuelitas en la Posada de las Merindades, un típico bar local.
Además, no puedes perderte la oportunidad de probar la repostería casera de Frías, con sobaos, pastas de mantequilla y el «postre del abuelo», un postre burgalés hecho con queso y miel.
En resumen, comer en Frías es sinónimo de disfrutar de la auténtica gastronomía regional en un entorno espectacular. Tanto si prefieres sentarte y disfrutar de un menú completo como si prefieres picar algo rápido para continuar con la visita, esta hermosa ciudad tiene mucho que ofrecer para todos los gustos y presupuestos. ¡No te pierdas la oportunidad de probar los mejores platos de Frías!
DÓNDE APARCAR
Dentro del pueblo encontramos el área de Autocaravanas de Frías. Tiene un coste de 6E y una estancia máxima de 3 días. Ubicado en la calle del Crucero.
