El pueblo de Lerma se alza sobre un cerro a orillas del río Arlanza con un precioso casco histórico. En él destacan el Palacio Ducal, la Colegiata, la Plaza Mayor y el mirador de los Arcos. De igual modo, cuenta con una deliciosa gastronomía marcada por el lechazo asado, la morcilla y el vino Arlanza, gran cantidad de espacios natrales protegidos en sus alrededores y un área para autocaravanas con un precio de 12 € al día.
QUÉ VER
Sobre una colina, encontrarás rincones medievales como la plaza de la Villa y el Arco de la Cárcel, la entrada principal de su antigua muralla. A pocos pasos, admira el puente medieval y la Ermita del Humilladero, la única que se conserva de la época del Duque de Lerma. Pero la joya de la corona es la enorme Plaza Mayor porticada, una de las plazas más grandes de España, que te transportará en el tiempo. Allí se encuentra el Palacio Ducal, convertido en el parador nacional de Lerma, donde te aconsejamos hacer una pausa para tomar un café en su magnífico claustro.
Continúa tu camino y llega a la Colegiata de San Pedro, construida en el siglo XVII y famosa por su retablo original y el sepulcro en bronce de Cristóbal de Rojas y Sandoval. No te pierdas la sacristía, donde podrás ver una enorme mesa de mármol taraceada, regalo del Papa. La plaza de Santa Clara y el mirador de los Arcos también son paradas obligatorias en tu recorrido, con el sepulcro del cura Merino y las impresionantes vistas panorámicas del río Arlanza.
Por último, visita el monasterio de la Ascensión, el primer convento fundado en Lerma por los duques de Uceda, donde en la actualidad residen monjas franciscanas clarisas. Disfruta de un día inolvidable en esta ciudad llena de historia y belleza.
DÓNDE COMER
Entre los restaurantes en Lerma, uno de los más impresionantes es Galoria, ubicado en un palacete del siglo XIX en la Calle Mayor. Fue construido por Don Ramón de Santillán, el primer gobernador del Banco de España y Ministro de Hacienda. Tras su cuidadosa restauración, el edificio ha recuperado su elegancia y refinamiento, ofreciendo dos ambientes únicos para cenar: un comedor en el piso superior y un bar más informal en la planta baja. Además, cuenta con un hermoso jardín donde disfrutar de una cena romántica. La carta de Galoria ofrece platos típicos de la zona, como la mocilla de Burgos o el lechazo, así como opciones menos tradicionales que son igualmente deliciosas.
Otro de los restaurantes en Lerma que no puedes perderte es el Asador Eufrasio, ubicado en el Paseo Vista Alegre, a pocos metros de la Plaza Mayor. Su decoración combina elementos clásicos y modernos para crear un ambiente elegante y acogedor. Además, cuenta con una terraza acristalada con impresionantes vistas al valle de Arlanza. La especialidad de la casa es la carne de alta calidad y las verduras frescas de su huerta. Ofrecen un menú fijo que incluye lechazo como plato principal, así como opciones a la carta que cambian según la temporada.
Por último, no puedes dejar de visitar Obrador El Puente Viejo, ubicado en la Calle Mayor. Aunque no es un restaurante propiamente dicho, sus deliciosos dulces y pasteles tradicionales son famosos en la ciudad. Si buscas un regalo dulce o simplemente quieres disfrutar de un antojo, no te pierdas la oportunidad de visitar este obrador.
En resumen, si estás buscando dónde comer en Lerma, estos tres lugares son excelentes opciones para una cena inolvidable. Ya sea que prefieras platos típicos de la zona o algo más innovador, estos restaurantes tienen algo para todos los gustos. Y si lo que buscas es un postre delicioso, no te olvides de visitar Obrador El Puente Viejo. ¡Buen provecho!
DÓNDE APARCAR
Al principio del pueblo viniendo desde Burgos nos encontramos el parking de caravanas de Lerma. Tiene una tarifa de pernocta y cambio de aguas de 12€, con parcelas con árboles al lado del río. Todos los servicios los encuentras a 200 en el pueblo. Está ubicado en la Urbanización Huertas bajas.